Barriga llena no distrae. Desde abril de este año, 950 escolares de inicial y primaria de la comunidad campesina de San Francisco de Pucará (del distrito Morococha, Junín) reciben una alimentación saludable que les permite estar sanos, y así aprovechar mejor sus clases, gracias al “Programa Refrigerios Escolares” de la minera Chinalco.

Los refrigerios que disfrutan los escolares consiste en un vaso de leche, el cual puede variar por un vaso de quinua, soya o kiwicha, acompañado de un sándwich y una fruta.

Pero los niños no son los únicos beneficiados; este programa también le brinda trabajo a un grupo de madres de familia de la comunidad, quienes se encargan de preparar los refrigerios.

El desarrollo de un programa de nutrición no es nuevo para la minera Chinalco, pues hasta el 2009, durante cinco años, llevó a cabo el “Programa de Desayunos Escolares” en la misma zona.

La presencia de la minera Chinalco en Morococha, debido al proyecto Toromocho, está provocando cambios significativos en la vida de los pobladores de la zona, gracias a los programas de desarrollo que viene implementando en favor de su zona de influencia.

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